El Barça sumó tres puntos muy importantes en su carrera hacia el título. Tiene la Liga al alcance de la mano y, de paso, le metió presión al Real Madrid que juega mañana en Vigo, al ampliar momentáneamente su ventaja a cinco puntos. Lo hizo venciendo al Espanyol en un partido que debió golear de forma estrepitosa en la primera mitad, aunque acabó el partido con un escaso 0-2 visto su dominio. Pero el Barça a punto estuvo de repetir la historia de Sevilla, porwque tras una primera parte sensacional se complicó la vida en la segunda. Aunque esta vez estuvo por medio Mateu Lahoz, el peculiar árbitro valenciano, que dejó al equipo barcelonista con diez hombres por expulsión de Jordi Alba, por protestar, casi toda la segunda parte.
El Barça, con Rafinha de inicio por Rakitic, sacó a su ‘once’ delujo, consciente de la iportancia que tenía ganar el derbi cara al título. Salió desde el primer minuto en busca de vencer por KO, de ir a por el partido. Lo hizo de una forma espectacular, confirmando que ha llegadoa esta altura de la temporada muy fino a nivel físico y futbolístico. El espanyol cuando quiso reaccionar tras el descanso, ya tenía el partido perdido.
Exhibición azulgrana
Guardiola lo dijo claro tras el sorteo de la Champions: “El Barça es el equipo que mejor está en estos momentos”. Pep sabe de que hablaba, muchos de estos mismos jugadores estuvieron a sus órdenes en un Barça que también entusiasmaba y ganaba títulos a pares. La primera media hora que ofreció el equipo de Luis Enrique en Cornellà fue, incluso mejor, que el espectáculo futbolísitico que dio en el Sanchez Pizjuán. La suma de la presión, agresividad y juego ofensivo fue insuperable.Fue un auténtico ‘tsunami’ futbolístico que se llevó por delante a un Espanyol que salió demasiado temeroso, echado hacia atrás, sin ánimo de presionar a un Barça que dio un recital.
También se equivocó el técnico blanquiazul, Sergio González, al asegurar que no le quitaba el sueño el tridente azulgrana. Lo cierto es que entre Messi, Suárez y Neymar acabaron por dinamitar a la zaga perica. Suerte tuvieron de Kiko Casilla que trabajó a destajo.
En los cinco minutos iniciales ya pudieron marcar Neymar y Suárez. Casilla lo evitó. En cambio, Kiko no pudo detener el remate de Neymar que significño el 0-1 culminando una excelente jugada engre Messi y Alba que Suárez ‘envenenó’ al dejar pasar el balón. ‘Ney’ remató a placer. Fue la culminación de una fase en que el Barça tenía una posesión del 82 por ciento, que jugaba en campo del Espanyol.
.El 0-2 era cuestión de minutos. Y así fue. Hacía poco que el estadio de Cornellà había homenajeado a Jarque,cuando Iniesta le dio un pase de oro a Suárez y el uruguayo, que pareció estar en fuera de juego, centró con maestría para que Leo Messi incrementara el marcador. El tridente que no le precupaba a Serio lograba el tanto número 97 entre los tres.
Prueba del dominio barcelonista es que hasta el minuto 27, Caicedo no pudo rematar /fuera) sobre el marco de Bravo, auténtico espectador del partido. Ese tiro del ecuatoriano y una jugada de Víctor Álvarez que Mascheranoa bortó cruzándose con rapidez, fue el escaso bagaje ofensivo epsanyolista. La unica buena noticia para ellos es que la primera parte acabara con un 0-2 en contra. Podían haberse ido al vestuario fácil con una ‘manita’ en contra.
Roja a Jordi Alba
Tras el descanso todo siguió por los mismos derroteros, salvo que Sergio González decidió adelantar un poco a su equipo. Claro que ni unos ni otros contaban con el ‘efecto Mateu Lahoz’. En una jugada sin mayor importancia, mostró tarjeta amarilla por un gesto despectivo a Jordi Alba y a continuación la roja. El lateral pecó de inocente al concoer al colegiado. Esa jugada pudo complicarle la vida al Barça, pero el equipo reaccionó bien y no se notó que se quedó con uno menos. Hasta neymar falló un gol y Messi remató al poste. Fue una lástima que nio llegara el merecido 0-3 que hubiera hecho más justicia al claro dominio del Barça.
El Espanyol creó algo más de peligro pero más por su ambición que por su fútbol. Sólo Sergio García fue capaz de rematar y obligar a Bravo a efectuar una buena intervención, que el chileno repitió posteriormente ante Stuani.
Y a Mateu Lahoz aún le quedó tiempo para expulsar a Hédtor Moreno por una jugada similar a la de Jordi Alba, miengras iba repartiendo amarillas con un criterio más que discutible al sancionar una misma jugada de diversa manera.
El Barça, con todo, cumplió con el objetivo de sumar una victoria vital cara al título, antes de una fase de calendario complicado para el Real Madrid y a las puertas de la difícil eliminatoria europea frente al Bayern de Pep. El único pero es que, como sucedió en el Sánchez Pizjuán, el equipo azulgrana no fuera capaz de lograr los goles que mereció su juego y superioridad. El Barça dio espectáculo pero no supo matar el partido. Con todo, el tridente que no le quitaba el sueño a Sergio González ya está a tres goles de la centena.
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