Un doblete de Rakitic sirvió para que el Barcelona se llevara la victoria del Borisov Arena y dé un paso de gigante hacia octavos de final de la Liga de Campeones.
Los de Luis Enrique fueron muy superiores a un BATE irreconocible. Cuesta creer que este equipo le mojara la oreja a la Roma la jornada anterior, a la vista del fútbol desplegado esta noche. Poco hábiles con el balón, muy voluntariosos y sin complejos a la hora de jugar duro. Así se podría resumir la imagen dada por los bielorrusos esta noche.
Por su parte, el Barça salió a hacer un partido serio. Para no sufrir tanto atrás, Luis Enrique alineó a Mascherano y Busquets en el centro del campo y recompensó el buen momento de Sergi Roberto dándole la titularidad en el medio otra vez. El canterano, que fue de los mejores ante el Rayo, no pudo aprovechar la ocasión, pues se tuvo que retirar lesionado al cuarto de hora. Le reemplazó Rakitic, que terminó siendo decisivo.
Como Neymar, que aunque no mojó, fue el faro del Barcelona. Fue el único con desequilibrio suficiente para hacer daño en la primera parte. De sus botas nacieron todas las ocasiones de los culés y en sus botas se originaron los dos tantos de su equipo.
Eso fue en la segunda parte, cuando encontró dos veces a Rakitic para que batiese a Chernik. Aunque en los dos goles el brasileño hizo de asistente, hay que darle mucho mérito al croata, que definió a la perfección. El primero, con un cañonazo a la escuadra desde la frontal. El segundo, picándola ante la salida por bajo del portero.
Aparte de la victoria, el encuentro deja otras cosas positivas para el Barcelona. La primera, dejar la portería a cero, algo que le está costando esta temporada. También que Ter Stegen termina un partido sin ser discutido y que Dani Alves se pareció en algo al futbolista del último tramo de la pasada temporada.
A eso hay que añadir el resultado del otro duelo del grupo E. Roma y Bayer Leverkusen empataron en Alemania, lo que allana muchísimo el camino del Barça a octavos de final.
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