La final de Berlín ya está sólo a un partido, el que van a vivir en el Allianz de Munich frente a un Bayern que venderá cara su eliminación pero que fue superado a lo grande por el Barça. Sin pasión, el equipo de Luis Enrique es el mejor de los cuatro semifinalistas por su juego, ambición y, sobre todo, porque tiene a Lionel Messi, el hombre que cambió la historia vestido de azulgrana. El 3-0 ante el Bayern no está al alcance de muchos equipos. La finalísima se empezó a ganar ante los bávaros.
Pep Guardiola ya se llevó las manos a la cabeza cuando vio el partido ante el City, junto a su padre, ante la actuación de Leo Messi. Si este miércoles no lo hizo fue porque estaba en el banquillo del Bayern. Lionel, el hombre que le ayudó a ganar todo con el Barça, le ha alejado, con dos goles de genio, de la final y, encima, hasta le dio un tercero a Neymar que lo finalizó como un super crack. El Barça dio un recital en un partido espectacular que si no se decidió antes fue, simplemente, por la gran actuación de Manuel Neuer. El 3-0 final hasta supo a poco por el tremendo esfuerzo de los barcelonistas. Messi fue el genio, pero tuvo detrás a todo un equipo, a un conjunto que dejó sin rematar una sola vez al Bayern entre los tres palos.
Los dos goles de Leo Messi fueron obra del número 1 de la historia, no ya sólo del fútbol actual. En el primero batió a Neuer con fuerza y colocación, en el segundo con maestría y técnica, dejando de paso en evidencia a Boateng que recordó a Alkorta frente a Romário. Lionel le sentó con un quiebro eléctrico antes de superar por arriba al gigante alemán. De propina se quitó la espina que tenía clavada de la final del mundial de Brasil en que Argentina no pudo con Alemania. ¡Cómo cantó los dos goles Leo, como lo hizo todo el Camp Nou!
Esos dos goles hicieron justicia al partidazo del Barça que supo jugar sus bazas con valentía ante un Bayern que no notó sus bajas, al contrario. Los barcelonistas tenían fresco el recuerdo de la injusta goleada que sufrieron cuando los entrenaba Tito Vilanova y ajustaron cuentas, deportivamente hablando. Dejaron claro que aquello fue un accidente, que si hubieran llegado igual que ahora, no hubieran caído así. Falta la vuelta, pero jugando así no hay quien pueda con el Barça y Messi, con e equipo de Luis Enrique que fue coreado merecidamente por el Camp Nou..
¡Qué espectáculo!
El primer cuarto de hora del partido fue un canto al fútbol, con dos equipos en busca de la victoria. Tanto Barça como Bayern arriesgaban, presionaban ferozmente, defendían como podían y buscaban el gol. Pep Guardiola tuvo la osadía de salir con tres defensas y cinco en medio y casi le cuesta el 1-0. Neuer hizo la primera gran parada de la noche ante un Suárez que pensó demasiado antes de chutar. Los bávaros marcaban hombre a hombre a Messi, Suárez y Neymar, sin red, sin nadie por detrás. Ya antes Boateng empujó a Suárez dentro del área de forma desproporcionada, jugándose el penalti.
Por contra, el Bayern casi marca en una jugada aislada en que Lewandowski no llegó al remate por un palmo. Era la confirmación de que el equipo de Pep no venía sólo a defenderse ni el técnico a recibir un homenaje de la afición barcelonista. Aunque Guardiola sólo saliera con un atacante puro, con el delantero enmascarado, con el polaco Robert Lewandowski, porque Müller ayudaba a sus compañeros del centro del campo. Igual que el Barça, los bávaros quieren estar en la final, un partido que hubiera sido legendario si se hubiera jugado como el de este miércoles durante la primera parte. Es difícil recordar otro inicio de partido jugado con este ritmo por parte de los dos equipos. Fue maravilloso.
Con todo, Guardiola rectificó a los 15 minutos, volvió a un esquema más tradicional para el Bayern, un 4-3-1-2 ,colocando a Rafinha de lateral derecho y sacándolo del medio campo. El Barça pasaba a dominar la zona ancha con el trabajo ‘stajonovista’ de Rakitic y de un Alves que estaba en todos lados. Iniesta y Messi ponían la pausa y el toque, con mucha profundidad de Jordi Alba. Suárez se partía literalmente la cara con los defensas y les ganaba en el cuerpo a cuerpo.
Neuer, el muro
Manuel Neuer confirmó el porqué podía haber sido el segundo portero en recibir el Balón de Oro tras Yashin. Dio un recital. Hubo momentos en que parecía que más que parar, lo que hacía era desanimar a los jugadores del Barça con sus paradas. Volvió a ser decisivo en un remate de Alves, tras pase marca de la casa de Iniesta. ¡Cómo tapó al brasileño habla de su calidad, del porqué es considerado el mejor guardameta mejor del mundo!
Fue una auténtica injusticia que el Barça se fuera al descanso con un simple empate a cero. Merecía ir ganando y si no lo hizo fue por Neuer. Ter Stegen, su discípulo, apenas si entró en juego, salvo para participar en la construcción del juego desde atrás para romper la presión. Unos y otros fallaron más de la cuenta en el pase porque se luchaba por cada palmo de terreno, salvo privilegiados como Messi era casi imposible salir del ‘pressing’ rival.
El Barça acabó haciéndose dueño del balón. Sólo le faltó una pizca de acierto en el remate para superar a Manuel Neuer.Pero el equipo de Luis Enrique acabó siendo el patrón del partido.
Más control
La segunda mitad empezó a menor ritmo, buscando ambos equipos más control. Y, curiosamente, era el cuadro de Pep quien se imponía, estaba mejor situado y pasaba a dominar el partido. Fueron unos minutos extraños en que sólo una galopada de Messi que acabó con derribo y tarjeta a Bernat, rompió la dinámica. El Barça renació y pudo marcar en gran ‘tuya-mía’ de Neymar y Messi, que, como no, detuvo con seguridad Neuer.
Pero esa gran jugada tuvo el mérito de devolver al Barça la hegemonía del balón, del partido. El Bayern se vio más agobiado, como en el final del primer tiempo. El gol se mascaba. Neuer lo evitó saliendo de su área y quitándole el balón a Neymar. Volvía la locura del inicio del partido. ¡Viva el fútbol!
Neymar pudo marcar de nuevo en un remate que se le fue fuera por poco. Quedaba claro que el que cometiera un error lo iba a pagar caro, las fuerzas tampoco eran las mismas. Era imposible mantener el nivel ofrecido hasta entonces. Hubiera sido inhumano.
Messi lo arregla
Y cuando quedaba poco para el final, cuando las fuerzas empezaban a faltar, con Xavi y Rafinha calentado en la banda, pareció como si Luis Enrique, sin que se diera cuenta nadie, frotó una lámpara mágica que llevara en el bolsillo para que apareciera el genio, un tal Lionel Messi, que no es humano. Con dos jugadas de las suyas, que ya forman parte de la historia de la Champions, del fútbol, resolvió un partidazo. Su primer gol fue un trallazo, el segundo una sutileza al alcance de pocos tras aprovechar una excelente jugada del infatigable Alves.
El 3-0 final tuvo el premio, además, de no haber encajado ningún tanto por parte del Bayern. Sí señor, ser del Barça es lo mejor que hay. Dentro de mucho tiempo, la gente dirá con orgullo que “yo estuve en el Barça-Bayern del regreso de Pep al Camp Nou!
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