La Copa del Rey 2014/15 se escapó de los dedos del Barça. En una igualada final en Blanes, el Vic se ha impuesto gracias a su excelente planteamiento defensivo. Pese a encontrarse 0-2 en la reanudación (con un primer gol desafortunado), el conjunto azulgrana nunca ha desistido, pero chocaría una y otra vez con el portero Carles Grau, el merecido MVP del torneo.
Mucho respeto se han manifestado los dos equipos desde el inicio. De entrada, concedían las mínimas faltas y oportunidades de goles. Las que surgían del dominio alterno, las esfumaban los porteros Fernández y Grau, heroicos de principio a fin. La bola fluía sobre la pista. Sin interrupciones. Los técnicos aguantaban a su cinco inicial. En este sentido, Ricard Muñoz no podía usar a Marc Torra en la rotación por una controvertida sanción de última hora.
Poco a poco, bajo la batuta de Marc Gual, el Barça intensificaría su asedio. Es por ello que el técnico de los de Osona, Ferran Pujalte, se ha visto obligado a pedir un tiempo muerto para oxigenar a sus hombres, que estaban sufriendo para mantener el 0-0 (min 14). Les ha servido para fortalecer su defensa, muy concentrada en todo momento. A partir de aquí crecería la confianza del Vic.
En el último minuto del primer tiempo, el Barça ha cometido la décima falta y Ferran Font ha materializado el 0-1 con un poco de fortuna, ya que la bola ha picado en el casco de Sergi Fernández antes de entrar. Ha sido un duro golpe, que se ha agravado con el 0-2 de Torres nada más salir de los vestuarios (min 27). La décima falta del Vic, a continuación, tampoco ha valido para que el Barça estrenara su casillero. No había manera de batir a Grau, hasta que un oportunista Panadero ha recogido un rechace suyo para reducir distancias (min 31).
Quedaban 19 minutos de emoción, nervios y tensión. Vibrantes. Los dos equipos se acercaban temerosos a la decimoquinta falta, algo que podía ser decisivo. El Barça atacaba con coraje, a veces con un poco de precipitación. No encontró opciones claras hasta que el Vic ha cometido la decimoquinta, en el minuto 41. Grau le ganaba la partida a Marín y, a continuación, Font tampoco aprovechaba la falta directa consecuente de la decimoquinta falta azulgrana.
Así, se ha llegado al tramo definitivo con un desenlace a cara o cruz. Asumía riesgos al Barça. Buscaría el empate hasta el último segundo, pero era la tarde de la defensa del Vic y, sobre todo, de su portero, Carles Grau.
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