"A las diez ya empezó a fluir numerosa multitud al actual campo del Barcelona, punto de salida fijado para la manifestación que se tenía que trasladar a Las Cortes y tomar posesión de los terrenos del nuevo campo. A las diez y media se puso en marcha la comitiva, que no bajaría de unas 2.500 personas y que enfiló por la carretera de las Cortes, aumentando notablemente durante el recorrido ". Así comenzó la crónica de tan esperado acto por parte de los aficionados barcelonistas, también de la junta, que veían la necesidad de levantar un campo con carácter de urgencia para poder satisfacer la necesidad del equipo y su legión de seguidores.
A la manifestación acudió todos, desde los arquitectos a los jugadores. Socios y aficionados. Tras los discursos de rigor el cura de Las Cortes, mosén Lluís Sabaté, socio núm. 79 y gran barcelonista, bendijo el campo y se procedió a la ceremonia de colocación de la primera piedra, dando "las primeras paletadas en representación de la ciudad el señor Degollada y en la del club el señor Gamper". Puso el punto y final Gamper, con un discurso en catalán en la que habló de la Entidad como "este hijo que se ha hecho tan grande y hermoso, que embelesa a todo el mundo". Sus emotivas palabras fueron largamente aplaudidas por todos los presentes. Al día siguiente comenzaban las obras.
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